jueves, 7 de junio de 2012

El Animalito de la semana

El oso Pardo

El oso Pardo habita en los bosques de Europa, Asia y en el Norte de América. Viven alrededor de los 28 años, pudiendo llegar a más de 40 años de vida estando en cautividad. Su longitud puede variar entre el metro 50  hasta los 2.95 metros. Su peso también puede ir desde los 100 hasta los 675 kg.


El color de su pelaje es muy variable, pueden tener desde un color marrón muy oscuro hasta el dorado claro, pasando por diversas gamas de grises. Las crías suelen presentar un collar blanquecino más o menos amplio alrededor del cuello, marca que habitualmente desaparece a partir de la primera muda al año de edad. 
 
 

 Una curiosidad del oso Pardo es que su visión no es muy desarrollada, comparada con otros sentidos, aunque sí puede ver en color durante la noche. Reconocen con mayor facilidad objetos en movimiento que inmóviles. Su oído que es extremadamente agudo y desarrollado al igual que el olfato, su sentido más desarrollado y el que más les ayuda en su vida cotidiana. 


 Sus mandíbulas contienen 4 colmillos puntiagudos y grandes, sin embargo, la presencia de incisivos aptos para cortar hierba y tallos, y también  molares capaces de triturar alimentos vegetales, hacen que la dentadura de este carnívoro esté perfectamente adaptada a un régimen omnívoro. Aunque el oso es un auténtico y voraz depredador, muchas veces puede ser él quien se vea convertido en presa.
Mira este vídeo y tranquilo, no tienes por qué preocuparte… ¡Termina bien!



Osos de verdad, pero como si fueran de peluche

Estos osos de un peso aproximado de unos 350 kg, que se alimentan de carne y pescado básicamente, están más cerca que nunca de los humanos.  Esta escena que se desarrolla en el parque Cochrane de Canadá no es ningún montaje, el truco reside en que entre los niños y los osos hay una pared de plexiglás que les separa.

El centro que se dedica a rescatar osos heridos, principalmente por los cazadores, pretende con esta iniciativa buscar que los niños empaticen  con los osos y no quieran cazarlos. Sin duda una moral que personalmente me parece genial.